¿Cómo de fuerte es tu corazón?
El Día de San Valentín no te des al chocolate, disfruta del ácido R-alfa lipoico y la acetil L-carnitina, ¡una opción mucho mejor para tener un corazón saludable!
Febrero es tan buen momento como cualquiera para pensar si tu corazón está en buena forma. Hay una serie de factores que afectan a la salud de tu corazón, tanto físicos como emocionales, por lo que debes tener en cuenta ambas áreas si deseas vivir una vida larga y saludable, ¡además de una buena dosis de amor!
Las emociones y el corazón
La relación entre las emociones y la salud cardíaca se ha estudiado extensamente, lo que ha resultado en pruebas que demuestran que los niveles altos de estrés están asociados a la enfermedad coronaria. Además, los expertos han descubierto que el estrés emocional es mejor predictor de fallecimiento por enfermedad cardiovascular que el tabaquismo.
De acuerdo con la Revista británica de psicología médica, las personas para las que fue más difícil manejar sus niveles de estrés tuvieron una tasa de mortalidad un 40 % más alta que las personas para las que no fue tan difícil.
Aislamiento social, frustración, ansiedad, depresión, agresividad, hostilidad y falta de apoyo social son factores que ejercen un estrés tremendo sobre el cuerpo, lo que agrava la enfermedad coronaria. Otros factores relacionados con el estilo de vida también juegan un papel importante en el agravamiento de la mala salud del corazón:
- Estrés excesivo en el trabajo
- Trabajo en turnos
- Duelo
- Estrés conyugal
Cómo afectan las emociones a tu salud
La manifestación física de emociones adversas como las mencionadas anteriormente, a menudo puede estar relacionada con las hormonas del estrés. Frecuentemente, estos sentimientos resultan en síntomas físicos como palpitaciones, latido cardíaco anormal y tensión muscular, a pesar de la ausencia de actividad física.
Las emociones estresantes hacen que el cerebro libere hormonas estimulantes que elevan la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre. Esto provoca en tu cuerpo una cadena de mecanismos bioquímicos que están diseñados para protegerte de eventos potencialmente amenazantes.
En los episodios agudos, tu cuerpo lidia con estas hormonas fluctuantes muy eficazmente, pero en situaciones crónicas, al final, puede provocar inflamación, un aumento de los factores de la coagulación de la sangre y la diabetes, que son factores de riesgo de la enfermedad coronaria bien conocidos. El estrés también afecta la velocidad a la que el cuerpo puede eliminar las grasas no saludables de las arterias.
Mecanismos de adaptación
Cuando te sientes abrumado, puede ser muy difícil adaptarse. Puede que no te sientas motivado a hacer ejercicio o comer de forma sana, pero puedes hacer pequeños cambios. Un buen comienzo es construir conexiones sociales positivas. Pasa más tiempo con amigos y familiares, únete a un grupo en tu comunidad o busca una afición.
Los estudios muestran que las relaciones sociales de apoyo y las herramientas psicológicas positivas ayudan a reducir el estrés y la depresión. Aunque a veces puede parecer una tarea rutinaria, el ejercicio habitual es una de las formas más simples de elevar tus hormonas de la felicidad y reducir el estrés.
Los mejores consejos para mejorar tu estado de ánimo:
- Pon tu disco favorito y baila por la habitación
- Aprende una técnica de relajación como la respiración profunda o la meditación
- Regálate un masaje o tratamiento de belleza
- Saca a tu perro a pasear
- Cómprate unas flores
- Sé amable con alguien
La nutrición y la salud de tu corazón
La población mundial se está expandiendo, lo que aumenta la presión para aumentar la producción de alimentos. Como resultado, existen prácticas agrícolas intensivas que han comprometido el contenido de nutrientes de los alimentos cultivados, lo que significa que la dieta, por sí sola, no siempre puede proporcionar niveles adecuados de nutrientes esenciales. Vale la pena comer alimentos orgánicos e incluir suplementos adaptables para ayudar a la salud cardiovascular.
Cómo reducir el riesgo de enfermedad cardíaca:
- Aumenta la fibra, te ayudará a mantener niveles saludables de colesterol. Semillas de lino, avena, granos integrales, judías y frutas son buenas opciones.
- Incluye ajo en tu dieta regularmente; ayuda a disminuir la presión arterial y mantener tus arterias sanas.
- Aumenta los alimentos como el brócoli, las bayas y los pimientos, que son ricos en el poderoso antioxidante que es la vitamina C. Este nutriente ayuda a mantener un flujo de la sangre y niveles de colesterol saludables.
- Agrega un poco de pavo, cerdo o cacahuetes a tus comidas. Contienen el aminoácido arginina, utilizado por el cuerpo para producir óxido nítrico, que dilata los vasos sanguíneos y ayuda a mejorar el flujo sanguíneo.
- Toma una porción de pescado azul, al menos dos veces por semana. El salmón, la caballa y el atún fresco contienen sustancias antiinflamatorias que son conocidas por ser beneficiosas para la salud del corazón.
- Reconsidera tu estilo de vida: pierde peso (si es necesario), deja de fumar, haz más ejercicio y reduce el estrés; prueba el yoga o la meditación. Estos cambios pueden reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular a la mitad.
Suplementos para ayudar a tu corazón:
Ácido R-alfa lipoico (R-ALA)
El ALA ayuda a reciclar antioxidantes saludables para el corazón, como las vitaminas C y E, y se ha descubierto que proporciona un efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares. Además, sus efectos beneficiosos aumentan cuando se toma en forma de suplemento. Los estudios en animales han demostrado que los suplementos de ALA pueden reducir los triglicéridos, la inflamación de los vasos sanguíneos, prevenir las lesiones arteriales y reducir el aumento de peso, todos ellos factores de riesgo de la enfermedad coronaria.
Acetil L-carnitina
La Acetil-L-carnitina ayuda a producir energía en las mitocondrias, los centros energéticos de las células, cuya concentración es muy elevada en el corazón. También reduce el estrés oxidativo, lo que mejora la función mitocondrial. Se cree que la disfunción de las mitocondrias afecta a la regulación de la presión arterial y el tono vascular.
Los estudios han demostrado que los pacientes tratados con acetil-L-carnitina, después de un infarto agudo de miocardio, redujeron su riesgo de fallecimiento en un 27 %. La angina se redujo en un 40 % y las arritmias ventriculares en un 65 %. Otro estudio que usó una combinación de acetil L-carnitina y ácido R-alfa lipoico dio como resultado efectos significativos en la reducción de la presión arterial en pacientes con enfermedad arterial coronaria.
Ácidos grasos esenciales omega 3
El pescado azul, las nueces y las semillas son una buena fuente de ácidos grasos esenciales, que ayudan a tener arterias sanas, niveles de colesterol, flujo sanguíneo y ritmo cardíaco normales. Miles de estudios respaldan la importancia de los ácidos grasos omega-3 para mantener la salud cardiovascular. Se ha descubierto que grandes dosis de omega 3 reducen el riesgo de ataque cardíaco en un 30 %.
Un complejo de vitamina B
Es poco conocido, pero los niveles excesivamente altos del aminoácido homocisteína son un factor de riesgo independiente de la enfermedad coronaria. Esto se debe a que es un factor que causa la deposición de plaquetas adherentes que endurecen las arterias en los vasos sanguíneos. La vitamina B6, el ácido fólico y la vitamina B12 ayudan a reducir la concentración de homocisteína en el torrente sanguíneo, manteniendo niveles saludables normales.
Los investigadores han descubierto que las mujeres que consumen más vitamina B6 y alimentos ricos en folato pueden reducir su riesgo de apoplejía y enfermedad cardíaca. Los hombres también se benefician porque reducen el riesgo de insuficiencia cardíaca. Se recomienda tomar suplementos, ya que la ingesta dietética promedio de este tipo de vitaminas B es, con frecuencia, demasiado baja.
Al elegir suplementos, compre con prudencia...
Para que el cuerpo se beneficie, los nutrientes deben ser absorbidos con eficacia, lo que no siempre ocurre con productos de baja calidad. La investigación ha demostrado que los suplementos liposómicos como Altrient B tienen una biodisponibilidad mucho mayor que los suplementos orales estándar, proporcionando el 98 % de los nutrientes esenciales directamente a las células que los necesitan.
Referencias
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