¡Toma glutatión para prepararte para el atracón anual de comida y bebida de Navidad!
Hay muy pocas personas que realmente puedan decir que no se exceden el día de Navidad... ¿y por qué no excederse? Una vez al año, tienes excusa para disfrutar de deliciosos manjares y de tus bebidas favoritas junto a tus seres queridos. Así que, ponte tu jersey navideño, quita el polvo de tus libros de recetas, descorcha una botella de vino de aguja y prepárate para una estupenda Navidad... pero por encima de todo prepárate tú mismo.
Aprovechar al máximo estas fiestas sin causar un desgaste importante del organismo requiere auténtica determinación y una cuidadosa planificación. El ciudadano medio consume la friolera de 8000 calorías entre alimentos y bebidas en el día de Navidad. Es muy difícil sobrevivir a estos excesos sin ganar algunos kilos de más o sin obligar al hígado a realizar un esfuerzo extra.
Gran parte de la culpa de que te sientas tan mal después de Navidad se debe precisamente a los recursos que se desvían a tu digestión y a tu hígado, a menos, por supuesto, que también cojas una enfermedad estacional. Pero si has exagerado un poco con esas golosinas, escoge algunos suplementos de calidad y sigue nuestros cinco mejores consejos: conseguirás eludir lo peor de los efectos colaterales de la Navidad y comenzar el nuevo año fresco como una rosa.
1. Toma un desayuno saludable y abundante
Prueba a no caer en la trampa de la típica caja de bombones antes del desayuno y en su lugar mímate con un desayuno delicioso pero saludable. Naturalmente, puede ser deliciosamente sabroso, pero mucho menos cargado de azúcar, lo que te ayudará a sentirte saciado durante más tiempo, evitando así picar de esos alimentos "frívolos" antes de la gran comilona.
El salmón ahumado y los huevos revueltos aportan ese sabor de mañana navideña y es excelente tomar después un saludable tazón de muesli empapado en zumo de naranja con algunos frutos secos y yogur por encima. Estas dos opciones de desayuno inteligentes te proporcionarán una gran cantidad de proteínas, una buena dosis de alimentos para el cerebro y una variedad de nutrientes esenciales para elevar tus niveles de energía de cara al día siguiente.
Algunos gránulos de lecitina sobre tu muesli ayudarán también a tu organismo a digerir y procesar el aluvión de alimentos ricos en grasa que probablemente consumirás durante las fiestas.
Otro truco es cargar tu muesli con algunos frutos secos, higos y dátiles, que están repletos de zinc y hierro, necesarios para producir los jugos digestivos, reforzar la función inmunológica y aumentar la energía. Los niveles bajos de ácido estomacal son una de las principales causas de indigestión, una muy común dolencia navideña.
2. Evita el azúcar
Es todo un reto en el día de Navidad, lo sabemos muy bien, pero el azúcar tiene un efecto muy perjudicial sobre tu sistema inmune, haciéndote más propenso a contraer enfermedades estacionales. Un resfriado o una gripe reducirán tu capacidad de enfrentarte a las otras necesidades estacionales, que no se detendrán y se sumarán al mal estado general que sigue a estas fiestas.
Si no puedes resistirse a echar mano a esa caja de bombones, protégete con un complemento de vitamina C. Esta vitamina es la número uno en cuanto a protección frente a los males del invierno, pero debes elegir cuidadosamente para lograr los mejores resultados.
Tu mejor opción es un suplemento que se absorba verdaderamente bien, como Altrient C. Esta exclusiva fórmula liposomal está muy por delante de la vitamina C estándar, gracias a su innovador sistema de entrega al organismo, que garantiza la transmisión de hasta el 98 % de la vitamina C a las células que lo necesitan.
También puedes asegurarte de consumir una adecuada variedad de alimentos que mejoren tu sistema inmune, como pimientos amarillos, rojos y naranjas, batatas, verduras verdes y zanahorias. Son fáciles de incorporar a sabrosas guarniciones para el pavo al horno y son una fuente garantizada de caroteno, muy conocido por su actividad favorable para el sistema inmune.
3. Ayuda a tu digestión
En general, comer en exceso te hará sentir hinchado y lento, cargado de gases y, con no poca frecuencia, estreñido. Alimentos como la cebolla, el ajo, la alcachofa y el puerro te echarán una mano, puesto que son excelentes para estimular el crecimiento de las bacterias amigas que ayudan a la digestión, reducen los gases y facilitan un movimiento intestinal normal.
Añadir verduras amargas como rúcula o berros a la ensalada de antes de cenar o a los sándwiches de pavo también será una gran ayuda, puesto que este tipo de verduras de hoja estimula la producción de encimas que facilitan la digestión. Su alto contenido en fibra también ayuda a eliminar los residuos a través del tracto digestivo. Además, las verduras amargas también facilitan la desintoxicación natural del hígado, algo que agradecerás después de unas copas de vino.
4. Apoya a tu hígado
Tu hígado es el órgano que carga con la mayor parte del trabajo cuando se trata de eliminar las sustancias perjudiciales de la sangre, y precisamente en Navidad es cuando más se le exige.
Hacen falta varios aminoácidos para respaldar la función hepática, especialmente el glutatión. La importancia de este aminoácido específico no debe subestimarse en cuanto a desintoxicación del hígado. Desempeña un papel esencial para ayudar a neutralizar y eliminar las toxinas que tu hígado filtra sin descanso a diario.
El glutatión no es fácil de obtener de los alimentos, por lo que vale la pena invertir en un suplemento de buena absorción antes y durante el período navideño. Se ha descubierto que los suplemento liposomales funcionan mucho mejor que los suplementos estándar, al poder proporcionar nutrientes esenciales como el glutatión directamente a las células y tejidos que lo necesitan. Por esta razón, Altrient Glutatión es un claro favorito entre los expertos en nutrición.
5. Reduce el consumo de alcohol
¿¡Qué!? Ya lo sabemos...La Navidad no es Navidad sin una botella de cava y una copita de Bailey's (o dos), y claro que puedes darte un capricho (dentro de lo razonable). Simplemente, alterna cada bebida alcohólica con un vaso de agua, que diluirá considerablemente el alcohol, permitiéndote disfrutar más de toda la jornada sin venirte abajo.
Beber mucha agua te mantendrá hidratado y ayudará a tu hígado a filtrar más toxinas y sustancias dañinas, lo que le permitirá trabajar con mayor rapidez y aumentar tus niveles de energía. ¡Podrás superar toda la cena e incluso tendrás energía para las risas de después!
Recuerda también tomar las bebidas despacio: de este modo el hígado tendrá tiempo para metabolizar el alcohol y también reducirás tu consumo general.
Si al mismo tiempo tomas algunos frutos secos y semillas, también reducirás la tasa de absorción del alcohol y estarás consumiendo valiosos nutrientes como el selenio y la vitamina E, que protegen y contribuyen a la función hepática.
También puedes intentar hacer tu propio ponche navideño sin alcohol mezclando zumo de naranja, manzana y arándanos, y aromatizándolo con canela, nuez moscada y clavo. Una vez que lo hayas calentado, ¡nadie notará la diferencia!
Jackie Newson, licenciada con honores en Terapia Nutricional
REFERENCIAS
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